He tenido la oportunidad de ver recientemente en Netflix el documental eslovaco titulado «Hjuston, imamo problem» que parte de la idea de que los EE.UU. compraron a la Yugoslavia del comunista Tito su programa espacial.
¿Perdón? Si, al inicio de la carrera espacial, cuando los soviéticos lanzaron el Sputnik, iban muy por delante de los norteamericanos. Éstos encadenaban fracaso tras fracaso porque no tenían (supuestamente) los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar los cohetes ni la tecnología que pudiera competir con los soviéticos. Sin embargo, los yugoslavos si los tenían (no se sabe cómo) pero carecían del dinero necesario para desarrollar un programa espacial. Dinero que si tenían los EE.UU. Así que Tito vendió a Kennedy sus desarrollos y permitió que los millones de dólares que llegaron del otro lado del Atlántico sirvieran para mejorar la vida en el antiguo país balcánico.
Esta rocambolesca idea es la base del documental. De este falso documental. Parece que en los últimos años se ha puesto de moda realizar documentales y películas que tergiversan claramente los hechos históricos. La diferencia de éste respecto a otros, es que al final se dice que es falso y que se ha hecho para trata de explicar cómo funcionan muchas de las teorías de la conspiración.
Se puede ver, no llega a hora y media, y al menos conoces un poco más sobre quién era Tito y qué pasó en Yugoslavia. Eso sí, lo del viejo en silla de ruedas se hace bastante aburrido.
ANOTACIONES RELACIONADAS:
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