Mi visita a la antigua Estación Apolo INTA/NASA de Maspalomas (3 de 4)

Tercer artículo relacionado con mi viaje a Maspalomas con motivo de la exposición titulada “De Maspalomas a la Luna”, la cuál se puede ver en el famoso Faro de esa localidad hasta el 31 de enero de 2020.

CONFERENCIAS

El día comenzó muy pronto con una conferencia sobre las estaciones de NASA y Telefónica al inicio de la carrera espacial, que me invitaron a impartir en el Centro Socio Cultural de Mayores de San Fernando de Maspalomas. En realidad, tuve el honor de hacer de telonero al gran Valeriano Claros el cual impartió, a su vez, otra conferencia, a continuación de la mía, contando su participación en el Programa Apolo mientras trabajaba en la Estación de Gran Canaria (denominada CYI en argot de NASA).

Con Valeriano Claros al término de las conferencias. Fotografía: www.maspalomas.com

Si esto fuera poco, se acercó por allí otro mítico; Daniel Marín, autor del blog Eureka, en Naukas, que es sin duda el mejor blog sobre astronáutica y astrofísica de España. Daniel, muchas gracias por asistir. Fue un honor y un placer conocerte personalmente. Al término de las conferencias, como no podía ser de otra forma, nos pudimos hacer una foto de recuerdo los tres.

Junto a dos grandes: Daniel Marín del blog Eureka y Valeriano Claros en Maspalomas el 29 noviembre 2019.

LA VISITA A LA ESTACIÓN INTA, ANTIGUA ESTACIÓN APOLO

Después de la conferencia, cogí la carretera GC-500 en sentido Pasito Blanco camino de la Estación Espacial de Maspalomas que gestiona el INTA. Allí había quedado con Rafael Fernández, su director técnico, gracias a las gestiones de mi amigo Juan. Juan, muchas gracias de nuevo por todo. ¡Te debo otra! Una vez acreditado, el guardia de seguridad me indicó cómo llegar al aparcamiento que está enfrente del edificio principal: el histórico edificio que se construyó en 1967 para albergar la nueva estación de seguimiento de NASA y que iba a dar soporte a los vuelos tripulados a la Luna. La estación trabajaría, especialmente, mientras la misión transcurriera en órbita terrestre, aunque sin olvidar que, en caso necesario, podría realizar también alguna función a distancias lunares gracias a su famosa antena blanca de 10 metros de diámetro en Banda S Unificada (USB en sus siglas en inglés). Para conocer más acerca del funcionamiento de esta estación, me remito al artículo que escribió magníficamente Valeriano Claros y que tuvimos la suerte de publicar en este blog hace unos meses.

Señal al lado de la GC-500 indicando el desvio para acceder al Centro Espacial de Canarias. La antigua Estación Apolo se observa a la derecha con sus actuales antenas de seguimiento de satélites.

Al igual que lo que me ocurrió el pasado 20 de julio cuando visité la mítica estación de Fresnedillas (Madrid Apollo Prime – MAD), pude sentir de nuevo la emoción de estar en un lugar único e histórico. Han pasado 50 años de todo aquello, pero el sitio conserva ese mágico halo que provoca una característica sensación al recordar como, incluso los tres astronautas del Apolo 11, pisaron ese lugar durante unos breves minutos el 6 de octubre de 1969.

En la entrada del edificio principal de la Estación Espacial de Maspalomas, antigua CYI de NASA. 29 Noviembre 2019.

En la puerta me esperaba Rafael que, después de los saludos iniciales, me invitó a pasar al hall de entrada. Las paredes de ese pequeño recibidor están llenas de recuerdos de las misiones pasadas, a modo de pequeño museo. Rafael me condujo directamente al pequeño salón de actos en donde me puso un video que había editado el INTA con motivo de los cincuenta años del Apolo 11. No sé si ese video se ha subido a la red, si fuera así intentaré encontrarlo y difundirlo más adelante.

COSPAS-SARSAT

Después de ver el video, Rafael comenzó a enseñarme la estación y, como no podía ser de otra manera, el primer sitio a donde me llevó fue la sala de control. Esta sala abierta, diáfana y, por tanto, que trasmite una gran sensación de amplitud, está formada por una zona de ordenadores que controlan el proyecto COSPAS-SARSAT y una sala refrigerada con los servidores.  Por cierto, no conocía este proyecto y me pareció una iniciativa fantástica. Para el que no lo sepa, el COSPAS-SARSAT permite detectar, por los satélites de la red, cualquier radiobaliza que se activa tanto en el mar como en tierra. Esta emergencia se trasmite, en el caso de España, a Salvamento Marítimo que, una vez comprobada la verosimilitud de ésta, enviaría un helicóptero de rescate. Lo malo es que parece ser que más del 90 % de los avisos son falsos, es decir, son radiobalizas que se han activado sin querer, como la anécdota que me contaron de un pescador gallego que se llevaba su equipo a casa todos los días después de faenar, guardando la radiobaliza debajo de la cama. Al día siguiente su mujer, cuando fregaba el suelo, mojaba la radiobaliza activándola y generando el consiguiente aviso que, todos los días, había que comprobar. En cualquier caso, se trata de un proyecto humanitario, gratuito, muy valioso y, por supuesto, muy gratificante. Prueba de ello es que allí, bien grande y con todo merecimiento, tienen puesto en la pared el número de avisos reales que han permitido salvar a muchas personas.

Estación de NASA en Canarias (CYI). Montaña Blanca. Año 1971. Fotografía: Joseph William Hirman.

Pregunté a Rafael por cómo estaba aquello durante la época de los Apolo y me dijo que aquella sala estaba más compartimentada, cosa que Valeriano también me lo confirmó. Otra anécdota que me contó Rafael fue que la sala que tenía la ventana desde la que se podía controlar la antena USB se puede aún intuir fácilmente dónde se encontraba. Solo hay que mirar al techo. Y en efecto, aún se nota, allá arriba, la marca del perímetro de la sala dado que no han cambiado las planchas del falso techo como recuerdo de aquella época. Por cierto, la famosa antena USB de 10 metros se desmontó y se trasladó a la estación de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) cuando se cerró esta estación en 1975. Una vez terminada la visita a la sala principal, salimos por el lateral Este a dar una vuelta por la zona de antenas y a visitar el edificio en donde se encuentra el proyecto CREPAD.

CREPAD

Nada más salir a la calle, allí mismo, estaba la base de una de las dos antenas VHF (Teltrac y Agave) de la época de los Apolo que aún se conserva. La antena que está en lo alto ya no es ninguna de esas dos, pero la base, repito, es la misma. No podía faltar un poco de «arqueología espacial» antes de llegar al edificio del CREPAD.

CYI. Antenas VHF Teltrac y Agave. NASA S68-37982.

Allí pude ver en qué consiste este proyecto tan interesante y útil. Para el que no le suene, CREPAD utiliza los satélites para observar la Tierra con el fin de generar información que pueda resultar valiosa al usuario. En especial me llamaron la atención dos productos que tienen: el que mide el índice de vegetación (y, efectivamente, allí mismo me confirmaron que, desgraciadamente, la masa arbórea de España está disminuyendo) y las fotografías con las que son capaces de detectar vertidos ilegales desde los barcos (cuando realizan, por ejemplo, las limpiezas de sus sentinas). En fin, otro gran uso de la tecnología satelital para beneficio de todos nosotros.

Acababa aquí la visita que tan generosamente me brindó Rafael Fernández y al que, por supuesto, agradezco públicamente el haberme regalado su tiempo y conocimiento. Sin duda, un recuerdo inolvidable. Antes de volver al coche, aproveché para saludar también a Andrés, el responsable de seguridad, que es otra persona con gran conocimiento y valía.

A mis espaldas, el mítico edificio de la antigua Estación Apolo de NASA, la CYI. Justo en ese lugar, hace 50 años, permanecieron durante 15 minutos los astronautas del Apolo 11 departiendo con los técnicos antes de marchar a Madrid.

Después de hacernos las últimas fotografías de recuerdo, volví al coche y puse rumbo hacia el Faro de Maspalomas donde tuve una reunión para tratar un proyecto del que, si todo sale bien, tendréis noticias pronto.

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